Hace pocos días, en esta época en la que recordamos la Navidad, disfruté de nuestra tradicional maratón de películas con mi nieto mayor. Es una costumbre especial que compartimos: preparamos canguil, nos acurrucamos en la cama y apostamos quién se duerme primero. Esta vez cerramos con una película navideña protagonizada por Eddie Murphy, titulada “Imagine That”, que nos dejó grandes enseñanzas sobre el amor, la conexión y la fe.
La trama sigue a Evan Danielson, un analista financiero cuya hija Olivia vive inmersa en un mundo imaginario habitado por tres hadas mágicas. A través de una mantita mágica, estas hadas ofrecen consejos que terminan ayudándolo en su carrera profesional. En el trabajo, Evan enfrenta la amenaza de un colega poco ortodoxo y la presión de competir por un ascenso. Desesperado, comienza a confiar en el mundo de fantasía de su hija para tomar decisiones claves, lo que lo lleva a reconectar con ella de formas que nunca imaginó.
Uno de los momentos más conmovedores para mí, ocurre cuando Evan ayuda a Olivia a superar su miedo de cantar en público durante una presentación escolar. Practican juntos un solo de “All You Need Is Love” de los Beatles, dejando entrever que el amor es la conexión más poderosa y el motor para vencer cualquier temor.
Reflexiones sobre la espiritualidad y el mensaje de Navidad
Esta película, que llega en un tiempo de reflexión como lo es diciembre, resalta la importancia de la fe y el amor. En Navidad recordamos que Dios amó tanto al mundo que nos entregó a su único hijo (Juan 3:16), un acto de amor infinito que nos invita a vivir bajo el mayor de los mandamientos: “Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”.
El mundo imaginario de Olivia es un reflejo de esa fe inocente que nos ayuda a enfrentar los desafíos de la vida con esperanza. Su conexión con las hadas mágicas se convierte en un refugio lleno de sabiduría y fortaleza, al igual que nuestra fe en Dios nos permite entregar nuestras cargas y confiar en su guía.
El poder transformador del amor
Así como el amor transforma la relación entre Olivia y su padre, el amor de Dios nos transforma y nos une como familias e hijos de un mismo creador. En este tiempo navideño, el mensaje es claro: la vida se vuelve más llevadera cuando caminamos con fe y amor, confiando en que todo es posible de la mano de Dios.
Lecciones que nos deja “Imagine That”
En este tiempo especial de Navidad, donde la espiritualidad y el amor son el centro de todo, me llevo de esta película lecciones valiosas: algunas nuevas y otras que resuenan con lo que aprendí desde niña sobre la fe y el amor cristiano.
Somos seres espirituales que necesitamos creer que existe algo más allá de lo que vemos.
Creer como un niño nos hace más felices y nos acerca a Dios.
De la mano de Dios, todo es posible.
La fe une y salva a las familias.
El amor es el motor más poderoso.
Esta película, y el tiempo compartido con mi nieto, me recordaron que tanto el mundo mágico de Olivia como nuestra fe son herramientas poderosas para enfrentar los desafíos. Y que el verdadero significado de la Navidad es celebrar el amor de Dios, quien nos enseñó que todo lo que necesitamos es amor.
Como dice la canción de los Beatles que Olivia cantó con su padre:
“Nothing you can do that can’t be done.
Nothing you can sing that can’t be sung.
All you need is love. Love, love, love.
All you need is love.”