Encuentro de Beatriz Manrique con Rodrigo Pacheco: Liderazgo con propósito.
¿Quién es Rodrigo Pacheco?
Rodrigo Pacheco es un chef ecuatoriano reconocido a nivel internacional por la calidad y creatividad de su propuesta culinaria. Reside en Manabí, donde se dedica a sus proyectos de Hotel Tanusas, restaurante Boca Valdivia, y la fundación Amor 7.8 (una organización que opera desde el 2016 –tras el terremoto- y tiene como objetivo regenerar la naturaleza en el espacio que rodea a Las Tanusas). Además de su trabajo como chef ejecutivo en el restaurante Boca Valdivia, es CEO de este proyecto integral, denominado como Tanusas Destination.
- Si quieres saber más sobre quién es Rodrigo Pacheco y su experiencia en The Final Table (transmitida en Netflix), lee este enlace: https://www.turismo.gob.ec/entrevista-rodrigo-pacheco-el-embajador-culinario-del-centro-del-mundo/
- Si quieres saber más del proyecto y la visión de Rodrigo Pacheco, no dejes de leer este artículo de El País (2017): https://elpais.com/elpais/2017/01/26/estilo/1485447444_204184.html
- Si quieres saber más sobre Tanusas Destination, busca aquí: https://www.tanusas.earth/
La visión holística con que se maneja una empresa permite que trascienda a nivel internacional
“En Boca Valdivia se conjugan recetas que tienen un gran bagaje de historia y cultura. Los ingredientes los obtenemos –hasta ahora en un 80% y nuestra meta es llegar al 100% – mediante una recolección artesanal. Esta forma de trabajo y de presencia constante en el negocio nos permite comunicarnos más profundamente con nuestros comensales, por lo que se crea una dinámica única.
Respetamos los ciclos de vida de las plantas para entender mejor el universo natural que nos rodea. Buscamos plantear soluciones a nivel ambiental, encontrarnos con rasgos culturales milenarios en el Ecuador, poner en valor la biodiversidad extensa que existe en nuestro país manifestada en los productos que son parte de las experiencias culinarias que ofrecemos.
Gracias a eso, nuestro trabajo se ha dado a conocer en varias partes del mundo”.
Rodrigo Pacheco
La educación construye el propósito y sienta las bases sólidas de una empresa
El proceso formativo de Rodrigo Pacheco comenzó en la infancia, con su madre y sus abuelas, quienes le enseñaron a conectarse con los productos que consumían en su hogar, y eso, según cuenta él a Beatriz Manrique desde su paradisíaco hogar en Las Tanusas, marcó su vida. En su infancia no solo aprendía a cocinar con su familia, sino que tenía su huerto, además tenían muchos animales, como patos, gallinas, etc. Eso que comenzó como una afición se convirtió después en una actividad profesional, y ahora con Boca Valdivia, en una forma de vida.
Más adelante, Rodrigo Pacheco tuvo una formación académica y profesional en el exterior. Comenta que estuvo trabajando en Francia durante cuatro años en varios sitios de los más prestigiosos, considerados los mejores del mundo, pero sintió que allá no estaba su llamado: “Me sirvió mucho a nivel de aprendizaje de la técnica, y, sobre todo, del manejo de los restaurantes, el rigor, la disciplina que caracteriza a esa cultura, pero no estaba totalmente satisfecho de quedarme ahí, tenía un llamado para quedarme en mi país, y así lo hice”. En el 2009, Rodrigo Pacheco regresó de Francia. Ya en Ecuador, empezó a desenterrar el pasado cultural, a hacer el trabajo de arqueólogo y tratar de interpretar no solo la forma de vida de nuestras culturas milenarias ancestrales (especialmente las que habitaron la costa ecuatoriana hace miles de años), sino la forma en que se alimentaban. Esta formación ha dado a la cocina de Rodrigo Pacheco un carácter visionario y futurista. El camino de la innovación lo traza desde el conocimiento del pasado: “Cuando la gente me dice que lo que estoy haciendo es la comida del futuro, yo explico que esa visión es en realidad producto de la herencia del pasado, pues no podemos mirar hacia adelante si no sabemos de dónde venimos”.
Rodrigo sostiene que es importante que la cocina se convierta en una herramienta de educación. Afirma que constituye un vehículo para dar a conocer a todos, en especial a los niños, quienes son los futuros líderes, información relevante relacionada a nuestro país, como, por ejemplo, el hecho de que a pesar de que Ecuador es un país tan pequeño (tiene el 0,2% de la superficie terrestre), tiene el privilegio de decir que es el hogar del 10% de las plantas del planeta. Otros datos no son menos impactantes: de los 300 000 tipos de plantas que hay en el mundo, Ecuador tiene 30 000, de las cuales 8 000 son utilizables a nivel medicinal: “La importancia de las plantas es altísima, pues nos brindan techo, medicina, compañía; esta relación con las plantas ha marcado la diferencia entre el éxito o el fracaso de las culturas anteriores, pues las culturas que tenían una buena relación con las plantas, vivían más y mejor, en cambio, quienes no mantenían una buena relación y las depredaban, no tenían armonía, tenían más dificultades”.
Actualmente, Tanusas Destination da a conocer a Ecuador como un país importante a nivel botánico y culinario. Como CEO de esta empresa, Rodrigo se constituye en un embajador positivo del Ecuador y de lo bueno que está sucediendo. Él exhorta a otros empresarios a hacer lo mismo: “Ver lo malo es fácil, cualquier persona puede darse cuenta de lo malo, pero solo la gente con visión y cierta luz puede ver lo positivo. Mi intención en este proceso fue valorizar el Ecuador. Que no nos miren en Europa o en otros países de América del sur con el rabo del ojo”. Hoy, eso ha empezado a suceder. A través de Tanusas Destination, Rodrigo Pacheco ha logrado que se conozca a Ecuador como un país donde existe importancia cultural, y por ende, gastronómica.
Una visión holística para ejercer un liderazgo inspirador
Rodrigo Pacheco dirige a su equipo de trabajo con ejemplo y profundos valores culturales y ecológicos. La empresa que lidera se fundamenta en principios intangibles que son observables desde la calidad del producto que se promueve. La creatividad es esencial para que el resultado sea llamativo y trascendente: “En este trabajo yo también puedo expresar mi creatividad, una creatividad profundamente adaptada a las necesidades del mundo actual, inspirada en la cosmovisión de las culturas ancestrales y guiada por un propósito muy fuerte, muy importante, que es el de regenerar la naturaleza”.
Por otro lado, el rol de líder lo ejecuta de la mano con el rol de formador: no se contrata “mano de obra calificada”, sino que se cuenta con un grupo humano al que Pacheco denomina “su equipo”, y con quien tiene una relación pensada desde el intercambio: “Con el equipo ha sido un proceso lindo de trabajo por el intercambio que tenemos entre la parte técnica del mundo que yo he podido tener en mi proceso de aprendizaje que les comparto a ellos con toda generosidad y libertad, y después ellos en la naturaleza tienen una experiencia y sabiduría ancestral que comparten conmigo”.
Quienes forman parte de Tanusas Destination han sido formados fundamentalmente por Rodrigo Pacheco. Él explica que el quienes hoy forman parte del equipo son personas que no han tenido educación primaria o secundaria, pero que eso no ha sido un limitante para lograr conectarlos con el propósito y reeducarlos en lo que se conoce como las famosas tres “erres”, es decir, reutilizar, reducir y reciclar, y algunas “erres” más, como “repensar, redistribuir”, entre otras.
La formación y el intercambio cultural son factores clave para lograr una formación amplia. El enfoque no es dar una simple “capacitación”, sino contribuir de forma integral a que otro ser humano evolucione y pueda dar lo mejor de sí mismo: “Boca Valdivia es eso, es una relación muy estrecha con las personas del campo, y nosotros, que somos también del campo, pero que llegamos después, y logramos así experiencias de transformación profunda en nuestro equipo. Muchos entraron inseguros, con una mirada perdida, y hoy son comando, son chicos y chicas que han vencido toda suerte de dificultades y son actualmente un ejemplo. Hemos recibido turistas de más de 50 lugares distintos del mundo, y hemos acogido también a pasantes de más de 15 países de origen, lo cual genera un intercambio increíblemente enriquecedor también para los locales. Aprendemos unos de otros y de la naturaleza. Todos juntos solemos salir juntos a la recolección, a la pesca, creamos experiencias culinarias y nos llenamos de oxígeno y alegría para seguir trabajando en los procesos de la cocina”.
El honor: una característica fundamental de la cocina y de todo gran líder
El objetivo de la cocina va más allá de “cocinar rico y bonito”. El propósito del que está cargado este acto es lo que marca la diferencia. Es el líder quien debe ver un objetivo trascedente en la labor que ejecuta en su empresa, y encargarse de transmitir esta visión a todos los que forman parte de su compañía. En ese sentido, Rodrigo Pacheco establece los niveles de trabajo responsable que deben ejecutarse. Manifiesta que la exigencia, el rigor y la disciplina son partes importantes de esta profesión, así como de cualquier actividad profesional, en especial de aquellas que tengan la responsabilidad de cuidar la salud de los clientes. Por otro lado, agrega que también es necesario dar a los clientes una experiencia de placer sensorial. La cocina, señala, es el vehículo transmisor de estos valores y principios, y cuando son consistentes y están cargados con un propósito auténtico es que se convierten en un ingrediente principal de un buen plato. Su definición de buen plato incluye estos elementos intangibles que deben ser transmitidos desde el liderazgo: “un buen plato es un producto de excelencia, fresco, donde el chef pone su historia, su emoción, y esas características juntas hacen un buen plato”.
En Boca Valdivia se busca ir más allá de “cocinar rico y bonito”: se han establecido propósitos importantes para regenerar la naturaleza. La idea es que, aun en las diferencias entre distintas propuestas culinarias, distintos chefs y restaurantes del mundo empiecen a estar unidos en ese objetivo: “Como comensales podemos escoger. En nuestro caso, les estamos facilitando el proceso. Para ello creamos la marca 360 grados de honor como una alternativa distinta a la tradicional calificación que se les da a los restaurantes, como Estrellas Michelin, Fifty Best Tenedores, y toda esta jerarquía del primero al último, eso está bien y todo, pero ¿dónde queda el honor, y cómo podemos nosotros calificar ese honor? Por eso creamos esta iniciativa, para que la cocina sea calificada por el honor como una categoría fundamental: el honor hacia el cliente, a naturaleza, a los proveedores, a nuestras familias. Esperamos regar más este mensaje, tenemos pensado hacer una cumbre de desarrollo sostenible bajo esta guía”.
Rodrigo Pacheco anhela que los ecuatorianos podamos poner una estampa de calidad no solo en el aspecto del servicio y la infraestructura, sino en el honor. Cree que la cocina es, de partida, honorable en sí misma, pues el hecho de que un cocinero se queme las manos por uno es, de partida, un acto de honor que le interesa reflejar para tener una mayor facilidad como comensales al momento de escoger un establecimiento que sí cumple con estos valores.