La educación, un desafío para Latinoamérica
Encuentro con Abelardo García y Guiomar García
Abelardo y Guiomar García son un equipo de padre e hija que han dedicado su vida a la educación. En este encuentro con Beatriz Manrique enfatizan la necesidad de no parar la escuela, el rol de los padres de familia en la educación a distancia y las herramientas que desarrollarán los niños y jóvenes durante su trabajo en esta modalidad que, si bien no es perfecta y se corregirá sobre la marcha, previene de males mayores que pueden darse si se niega a los niños y jóvenes el derecho a la educación.
Abelardo García: Cómo continuar el aprendizaje, el papel del Estado y el rol de los padres
Es necesario aprender a aprender. No podemos saber ni controlar lo que trae el futuro, aunque sí atisbarlo. El aprendizaje es constante y permanente. En la educación se camina así, aprendiendo, fallando, levantándose. Ahora, educar a distancia no implica dejar de escribir, contrastar, comparar. Tenemos que llegar por todos los sentidos con el mensaje de la educación, es vital que nos comencemos a mover. Yo demando, pido, ruego al Ministerio de Educación no detener más el proceso formativo de los estudiantes. El querer llegar a un instante único en que todos estén listos es un ideal ilógico que destruye la posibilidad de educar. Hay que educar con los ritmos y capacidades de y desde las necesidades de cada quien, ahí hacer llegar el material para que el estudiante tenga cómo trabajar y así movilizarnos en el proceso de aprender. En este sentido es necesario recordar que la educación en línea no es poner un video, atrás hay una elaboración de material donde se construye todo eso que queremos transmitir.
La educación es un juego de roles permanente y lo tienen claro profesores y alumnos en la vida del colegio. Uno de los riesgos que tiene la educación a distancia es que el padre quiera vivir el mundo educativo de los hijos. El padre debe ser el observador, aquel que está supervisando que el niño le dedique el tiempo, que las horas dedicadas al estudio sean para eso y no para chatear o distraerse, sino cumplir con lo que corresponde. El padre es un apoyo, pero no le conviene intervenir. Padres y profesores debemos formar parte de un mismo equipo: el profesor dando sus clases y las cápsulas académicas y programáticas, y los padres observando que esto se realice. Esto comienza desde dónde van a recibir sus hijos la clase, que no debe ser recibida en la cama acostado. El alumno debe darle dignidad al momento de educarse: debe estar en un lugar con pocos distractores y estar vestido sin descuidar su presencia. En todo esto puede apoyar el padre para que educarse sea un momento feliz, recreativo, de gran ambiente de aprendizaje.
No inscribir a los hijos en la escuela es una idea que, lamentablemente, está en la mente de muchos padres. Pienso que así estamos causando un daño mayor que aquel que pudimos haber evitado, no vamos a vivir el ideal, nadie está diciendo que la educación a distancia supera a la presencial, pero es la que podemos hacer en este momento y debemos arrancar con urgencia porque no sabemos cuándo podremos comenzar con la educación presencial. Es preferible comenzar de a poco, pero tenemos que dar esos pasos, porque no estudiar puede iniciar un proceso de desaprender. La inteligencia está dada por la sinapsis que se genera entre las neuronas cerebrales, las neuronas nos dan inteligencia por su interconectividad, pero así como se conectan, se desconectan, y si bajo el estímulo van separándose las conexiones.
Guiomar García: Es necesario continuar con la educación de nuestros niños y jóvenes
Todos los maestros que nos están viendo saben que es necesario continuar con la educación de nuestros niños y jóvenes, saben que son un tesoro, nuestro futuro, y necesitan seguir trabajando en su inteligencia cognitiva y emocional. Está en nosotros acompañar a estos niños en las formas de aprendizaje que van a surgir, hablamos de educación virtual por la crisis. Se lo puede hacer de forma sincrónica por medio de plataformas que lo permitan (se conectan al mismo tiempo profesor y estudiante mediante la conectividad del Internet), por otras plataformas digitales que permiten trabajos asincrónicos (al alumno le llegan las instrucciones de los profesores para que pueda desarrollar destrezas de investigación), o por medio de la televisión, de la radio y mediante cuadernillos de trabajo, pero todos coincidimos en que es vital que los niños continúen desarrollando su inteligencia y su núcleo de contacto social con sus compañeros para que no se desvinculen y no caigan en riesgos producto de la soledad que trae como consecuencia esta pandemia.
Este nuevo modelo nos va a llevar a fortalecer valores y habilidades a las que se dará más énfasis. Valores como la responsabilidad (pues necesitamos a un chico que pueda regular su tiempo, que tenga un espacio ordenado), la honestidad (ser realmente consiente de entregar su producción), o la solidaridad (pues hoy más que nunca es importante ayudar a quienes están junto a nosotros) serán puntales de trabajo. Habilidades importantes son, más que nunca antes, la autorregulación del aprendizaje y la autodisciplina. Es importante que el alumno cumpla la norma no por temor a un docente o a una sanción, sino porque sabe que la norma está ahí para que pueda aprender mejor y lograr que los amigos también aprendan mejor. Adicionalmente se deberá desarrollar también habilidades de comprensión lectora, de comunicación efectiva. Es un momento difícil, pero los maestros nos ponemos a la altura y vamos a sacar adelante a nuestros niños y jóvenes tomando en cuenta la diversidad de estudiantes que se reciben.
Cada institución cuenta con el DECE, un departamento que brinda apoyo a los niños con necesidades especiales. Ese departamento va a tomar un rol fundamental, esa conexión es lo que va a ayudar a que los niños se sientan acompañados y atendidos en sus diferencias y diversidad. Se buscarán las diferentes formas para estar en contacto como videollamada, correo, vamos a necesitar mucha comunicación entre todos: DECE, padres de familia, profesores, alumnos, para que el niño sepa que está acompañado de adultos que se ocupan y se interesan por él. Además, este departamento dará atención para todos, pues estos momentos han afectado negativamente a nuestros alumnos: aquellos que afortunadamente no han tenido pérdidas de seres queridos sí tienen pérdidas sociales, desconexión, no ven a sus primos, amigos, abuelitos, esto puede generar individualismo, aburrimiento. Por todo esto va a ser importante que el DECE haga el seguimiento a todos nuestros niños. Igualmente, el profesor también observa y atiende también el aspecto emocional: no es que el profesor se ocupa por el contenido o la materia, sino por el alumno, y que él pueda aprender de la mejor manera posible esa materia.