Líder o supervolcán

Lo anuncié: “Me voy a una experiencia a caballo a 3400 metros de altura, a hora y media de Quito”. Mis seres queridos se preocuparon por mi seguridad y los miedos transmitidos se quedaron rondando un tiempo en mi cabeza. Pero lo había decidido: era el momento de permitirme alcanzar nuevas alturas. Me preparé con la vestimenta adecuada: zapatos todo terreno, dos capas de ropa, medias de lana, y una buena chompa de frío. Calmé mis dudas y me entregué a la experiencia.