Pérdidas y duelo
Encuentro de Beatriz Manrique con el Dr. Felipe García
Hablar de la muerte es algo cultural, está muy presente en siglos anteriores, pero en nuestra cultura cuesta abordar el tema de la muerte. En esta entrevista al Dr. Felipe García se exponen las dificultades más comunes que tenemos como sociedad para vivir un proceso de duelo, en especial durante esta pandemia del COVID-19, y se dan algunas pautas para recordar la necesidad de consuelo y tiempo para comprender la pérdida del vínculo físico y comprender que el vínculo afectivo siempre estará presente.
Nuestros propios rituales
Desde los albores de la humanidad vemos que se acompaña al moribundo, y cuando las personas mueren son despedidas con rituales como el entierro o la incineración. Pero lo que ocurre ahora es inusual, es equivalente a las grandes guerras y pandemias: es tan masiva la muerte que no hay tiempo para acompañar a quienes perdemos. Estamos perdiendo un proceso y eso tiene un significado psicológico. He leído posiciones pesimistas que auguran que esto traerá problemas severos de salud mental, como trastornos depresivos, de angustia, ansiosos, que se incrementará la ingesta de alcohol… También hay posturas más optimistas, las cuales pronostican que esta ausencia va a ayudar a que la gente cree nuevos rituales que le permitan cumplir con su proceso de duelo. Yo creo en las personas, en la familia, en la gente, en que harán algo para readecuarse, para vivir el duelo como lo tienen que vivir. He visto que algunos hacen rituales individuales: hacen un altar, ponen una foto; también hay quienes conversan en redes sociales con otras personas que han atravesado la misma situación, y pienso que quizás esto evite los problemas posteriores de depresión.
Es muy importante recordar que la muerte es sagrada, no se negocia con lo cotidiano, con lo secular. Necesitamos encontrar un nuevo lugar para ese ritual, y tenemos la libertad de hacerlo de acuerdo a nuestros principios y creencias. Lo saludable hoy es crear nuestros propios rituales e incluir a todos los que hayan sufrido la pérdida: niños, adultos, familias, nadie puede estar excluido, pues no es malo sentirse mal cuando perdemos a un ser querido… Hay gente que me pregunta qué se puede decir para aliviar el sufrimiento, y yo respondo que nada, no hay nada que tengamos que decir para aliviar el dolor de otros, pues el dolor en este momento es necesario, indica que hemos perdido algo importante para nuestras vidas y nos impulsa a reorganizarnos. El sufrimiento es algo que tiene que ocurrir, tenemos que pasarlo mal.
Cómo dar la noticia, cómo dar consuelo
Para consolar a los jóvenes, a los niños, primero es necesario naturalizar la muerte. Esto significa también que, de acuerdo a la edad, hay que transmitirles lo que implica morir. Con los niños hay que ser muy frontal no hay que cuidarlos como si fueran jarrones de cerámica fáciles de romper, ellos tienen mucha plasticidad y entienden muy bien el tema. Cuando muere un ser querido, lo que nosotros recomendamos es que el cuidador más cercano disponible le transmita la noticia, y lo haga directamente, sin eufemismos. Nada de “salió a caminar, está en otro lado”, sino “murió, y murió por esto, pero vamos a hacer algo para mantenernos unidos a él o a ella”. Esta transmisión debe darse con las reglas del consuelo: contacto físico (aunque ahora no se puede dar en un gran nivel, las personas que viven juntas sí pueden abrazarse y aliviar el sufrimiento emocional mutuo), tono de voz calmado, suave, lento, y mirada amorosa.
Consolarnos unos a otros nos va reparando, alivia. Es importante también ser autocompasivos, ser capaces de tratarnos con amabilidad en relación a lo que estamos sintiendo y pensando. Finalmente, las empresas deben comprender que el ser humano es el centro de la organización y que, si se naturaliza el tiempo y el espacio para recomponerse, sanar, tener una vía para que la gente pueda ir reparándose, éste podrá volver a ser también una persona productiva”.
Libros recomendados del Dr. Felipe García:
Terapia sistémica breve, fundamentos y aplicaciones. Se lo encuentra en Internet de forma libre, en formato de PDF.
Historias de cambio. Es un libro de historias de psicoterapia en el que se abordan situaciones de duelo y trauma, contado por los terapeutas, con un lenguaje cercano. Lectura entretenida, fluida. Se lo encuentra en buscalibre.com, se hacen envíos internacionales.